Un objetivo común de los primeros convenios regionales de reconocimiento de la UNESCO aprobados en las décadas de 1970 y 1980 ha sido armonizar y garantizar procedimientos de reconocimiento justo y no discriminatorio entre los Estados Partes, a fin de facilitar una mayor movilidad académica intrarregional. Este esfuerzo supuso la adopción de algunos acuerdos de reconocimiento de estudios, títulos y diplomas de educación que se reconocen como de “primera generación”.  El primero de ellos en ser adoptado fue el Convenio para el Reconocimiento de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior en América Latina y el Caribe (1974), y el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) ejerce las funciones de secretaría regional para el mismo.

Un nuevo esfuerzo supuso la revisión de estos convenios adoptados en su momento, esta vez haciendo hincapié en la necesidad de incluir disposiciones para mejorar la confiabilidad y la calidad, y recoger las nuevas dinámicas que estaban impactando al sector de la educación superior. En este espíritu de renovación, se asume la necesidad de una mayor transparencia de los sistemas educativos nacionales, a través de disposiciones para el intercambio de información y la implementación de redes, al tiempo que mantienen la prerrogativa de las autoridades nacionales para las decisiones de reconocimiento.

Hasta la fecha, se han adoptado cuatro nuevos convenios regionales: Europa (Convenio de Lisboa, 1997), Asia y Pacífico (Convenio de Tokio, 2011), África (“Convenio de Addis”, 2014) y América Latina (Convenio de Buenos Aires, 2019).  Estos nuevos acuerdos en materia de reconocimiento de estudios, títulos y diplomas de educación superior se agrupan bajo lo que se ha dado por conocer como convenios de “segunda generación”.